28 julio, 2017

Día Mundial contra la Trata

La trata de personas es un delito grave cuyas víctimas permanecen ocultas y atemorizadas durante años, sometidas a explotación de todo tipo, entre ellas laboral y sexual.

Los esfuerzos en perseguir este delito se ven a menudo invalidados cuando los países restringen las vías legales de entrada a su territorio, lo que provoca que las víctimas no puedan escapar de sus captores, que además se benefician de políticas migratorias “fortaleza” para ocultar sus prácticas.

En el Día Mundial contra la Trata, Red Acoge quiere denunciar la persistencia y aumento de esta grave vulneración de derechos y la indefensión en la que se encuentran las víctimas.

Las personas que huyen de la guerra, la persecución o del hambre son más vulnerables a la trata de personas debido a la situación de urgencia que viven, la necesidad de abandonar sus hogares o debido a los largos caminos que emprenden.

Los grandes desplazamientos de personas que estamos presenciando en los últimos años las exponen aún más a las redes de trata de personas. Las vías a las que se ven obligadas a recurrir para huir de la violencia y la persecución ante la falta de acceso legal a territorios seguros hacen crecer el número de personas que acaban en redes de trata. Según el último informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) las víctimas de trata de personas procedentes de Siria aumentaron después de que se iniciase el conflicto armado, por poner un ejemplo.

La trata de personas con fines de explotación sexual y de trabajos forzados son las prácticas más extendidas. Sin embargo, existen también víctimas de trata captadas con objeto de ejercer la  mendicidad, someterse a matrimonios forzados o trabajar para la industria de la pornografía. En los últimos años España se ha convertido no sólo en un país de destino y tránsito sino que ha pasado a ser un país de origen según recoge el Informe Mundial sobre trata de personas de UNODC.

Red Acoge exige que se destinen más recursos para identificar y asistir a las víctimas, mejorar las acciones del sistema judicial y dotar de instrumentos eficaces como una ley integral contra la trata y un plan de lucha contra la explotación laboral, que contemple las diferentes modalidades de explotación existentes.

La ausencia de esta ley integral provoca además, que las víctimas de trata en general no cuenten con una verdadera protección, limitándose en el caso de las extracomunitarias a la obtención de la documentación de residencia.

Por otro lado, Red Acoge constata la tendencia por parte de las autoridades a desincentivar a aquellas víctimas de trata a que soliciten el acceso a protección internacional cuando deberían ser documentadas como refugiadas.

Igualmente muestra su preocupación ante la falta de recursos suficientes para atender a estas víctimas, y ofrecer mecanismos de protección adecuados a aquellas que no se atreven a denunciar, o cuya denuncia no consigue detener a sus captores y explotadores, que las deja doblemente desprotegidas y sin opciones para reanudar sus vidas. Se necesita también aumentar los recursos de la protección de testigos para las víctimas y seguir mejorando la capacitación de la policía para que sean capaces de identificar a las víctimas de una manera adecuada y eficaz.

Red Acoge manifiesta de nuevo su preocupación por los efectos de la disposición de la Ley Orgánica de protección de la seguridad ciudadana que permite devolver a las personas en las fronteras de Ceuta y Melilla sin ser identificadas y por lo tanto sin que se les ofrezca la protección a la que tienen derecho, lo cual afecta directamente a las personas víctimas de trata, como venimos denunciando en los últimos dos años.