17 diciembre, 2015

La Administración Pública implicada en gestionar la diversidad

La retención del talento y la igualdad en el acceso y la atención a la diversidad de los usuarios son algunos de los retos actuales que afrontan las Administraciones Públicas en España.
 

La Administración es consciente de la necesidad de implementar medidas de gestión de la diversidad dentro de sus plantillas, formadas por equipos de trabajo heterogéneos, de los que se espera el mayor rendimiento y eficacia posibles. Por otro lado, estos trabajadores y trabajadoras públicos se relacionan y han de aportar soluciones eficientes a una sociedad cada vez más diversa, en la que se da una creciente multiplicidad de particularidades de los ciudadanos.

En relación con esta pretensión de adaptar las instituciones públicas a las características de la sociedad actual, Manuel Arenilla, Director del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), afirmaba en el Desayuno Por Talento Hacia una Administración Pública + Inclusiva, organizado por Fundación ONCE, que "necesitamos incorporar la diversidad en las Administraciones Públicas para entender las necesidades de los diferentes ciudadanos".

Hasta ahora la Administración ha desarrollado medidas para gestionar la diversidad en referencia al acceso a la función pública de personas con discapacidad, como muestra el  Libro Blanco sobre acceso e inclusión en el empleo público de las personas con discapacidad, presentado el pasado 7 de octubre. Estos avances se suman a la puesta en marcha, desde hace un tiempo, de diversas disposiciones que persiguen la conciliación, igualdad y flexibilidad laboral de hombres y mujeres. La atención a la diversidad cultural sigue siendo, sin embargo, la asignatura pendiente de esta gran “empresa de todos”. Una empresa en la que el acceso al trabajo no está limitado por trabas discriminatorias y que, sobre todo, atiende cada día a miles de ciudadanos de diferentes procedencias y culturas, motivos más que suficientes para que cada vez sean más los profesionales públicos que reclaman formación en competencias culturales.

Este proceso de transformación social ha llevado a la Administración Pública a tomar conciencia del valor que la incorporación y gestión de la diversidad aporta, tanto al enriquecimiento de sus procesos de trabajo, como al conjunto de la ciudadanía. En esta línea, Arenilla señalaba  que “España tiene la responsabilidad de evolucionar su modelo de Administración hacia niveles más inclusivos para incorporar personas con talento, la diversidad también aporta distintas formas de enfocar los problemas sociales”. Es, precisamente, esa necesidad que tiene la Administración de ser más eficiente, competitiva y moderna, la que requiere un mayor esfuerzo para lograr atraer y retener el talento diverso que está a su alcance. Al finalizar este Desayuno Por el Talento Manuel Arenilla lanzaba dos interesantes preguntas “¿Cuánto talento estamos dispuestos a perder? ¿Cuánto talento estamos perdiendo?”