10 julio, 2017

Tierras de nadie

Lo que no es mostrado no existe. La invisibilización es uno de los mayores peligros de todo colectivo o grupo social amenazado hoy en día

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Aquello que no es contado no ocurre. La creación social y mediática de la realidad es abrumadora, y cubre con la sombra del olvido todo aquello que no cae baje su foco. No importa que nos situemos a nivel global o en el más próximo a nosotros, el mismo fenómeno ocurre aquí y allá. Aquello que no podemos (o no queremos) ver no sucede, y se convierte en tierra de nadie, de nada.

En este actual contexto, la inestimable labor de asociaciones como Murcia Acoge consiste (al menos, en parte) en tratar de ensanchar la escena de la realidad que nos es mostrada, o bien en intentar resituar el foco para mostrar los omitidos bastidores de este mundo. En definitiva, iluminar las tierras de nadie y hacerlas conocer por todos. Espacios ignorados con personas olvidadas. Se trata de colectivizar esas tierras: mostrarlas a los demás y hacerlas poblar conjunta y solidariamente por todos, pues nadie puede negar su condición de partícipe de la realidad. El Equipo B de Murcia Acoge (Red Acoge) es una gran herramienta para ello, pues logra, al nivel más local y próximo posible, la inmersión y la introducción directa de personas solicitantes de protección internacional y las personas refugiadas en la sociedad. Pero lo más importante: crea vida para ellas.

Para el Clan Rover Ulick de Burgh del Grupo Scout Kiro 430, fue un placer compartir una mañana con el equipo de Murcia Acoge y saber de su labor, así como intercambiar sinceras palabras con las personas con las que desarrollan su proyecto y conocer de primera mano sus historias y las de las personas solicitantes de protección internacional que se encuentran actualmente en sus dispositivos de acogida.

En cierto sentido, tiene mucho de cierto el lema “piensa globalmente, actúa localmente”, y más si lo aplicamos a nuestra vida cotidiana. Así pues, trascendiendo la implícita e imprescindible labor de concienciación, asociaciones tales como Murcia Acoge luchan cada día localmente para subsanar unas crisis de tallas globales. Respeto, agradecimiento y solidaridad por parte de todos es lo que merecen.