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Dana Madeleine, de tan solo 23 años, salió de Perú para poder apoyar económicamente a su familia, especialmente a su padre, que padece una enfermedad autoinmune y a su sobrino de cuatro años, que es autista. Marcela Tellez, llegó en 2020 con la intención de ofrecerle una vida mejor a su hija. Sandra Milena aterrizó con sus hijos en suelo español en octubre de 2021 buscando seguridad después de sufrir persecución en Colombia. Entre ellas no se conocen, pero todas guardan en común la resiliencia como mujeres que confiaron que, si abandonaban sus países, sus hogares, y se mudaban a España se abriría un horizonte esperanzador donde vivir dignamente. Lo intentaron todo, sin embargo, poco a poco esas expectativas de vida digna y futuro se fueron diluyendo, dejando por el camino experiencias de precariedad y supervivencia. Una realidad que las abocó a volver a sus países de origen y acogerse al programa de Retorno Voluntario Asistido que Red Acoge pone en marcha desde 2013.
Este proyecto busca acompañar a personas en situación de extrema vulnerabilidad que solicitan un regreso digno a sus países de origen motivado por la falta de oportunidades laborales, la carencia de ingresos económicos para cubrir sus necesidades básicas, la limitación de acceso a derechos y la ausencia de redes de apoyo.
“Se trata de gente que ha venido con sus ahorros y al llegar aquí ha visto la dificultad de encontrar trabajo y más todavía sin la documentación en regla, se ha enfrentado a las dificultades de acceso a alquilar una vivienda, a los precios elevados de la vida en general. Esto hace que se queden sin nada y muchas acaban en situación de calle, de hecho, muchas personas están viviendo en albergues y piden retornar cuando ya están al límite”, explica Vega Velasco, coordinadora estatal del proyecto de retorno voluntario de Red Acoge.
Es una decisión complicada, por eso, según traslada Vega, desde las organizaciones federadas en Red Acoge “siempre se ofrece información y se da asesoramiento para valorar otras opciones antes que el retorno”. Además, la atención psicológica y emocional previa a la vuelta es un eje clave en el acompañamiento de los y las profesionales.
EL 86% DE LAS PERSONAS RETORNADAS SE ENCONTRABA EN UNA SITUACIÓN ADMINISTRATIVA IRREGULAR
Desde noviembre de 2021 hasta septiembre de 2022, Red Acoge ha atendido a 324 personas brindándoles información y acompañamiento y ha realizado 101 retornos voluntarios a 18 países distintos, siendo Colombia el más demandado, seguido de Nicaragua, El Salvador y Honduras. El 51% de las personas retornadas son mujeres, un dato que nos recuerda las dificultades añadidas con las que se encuentran las mujeres solas con cargas familiares y que las sitúa en contextos de gran desprotección, obligándolas a tomar la decisión de regresar a sus países de origen ante la falta de recursos y la imposibilidad de encontrar empleo. Cabe señalar también que el 86% de las personas retornadas se encontraban en una situación administrativa irregular.
“El hecho de estar irregular en sí misma es una situación muy dura que te hace sentir desamparada. Estar sola en el país no contar con familiares ni amigos y además afrontar dificultades para encontrar empleo sin documentación legal”, lamenta Dana, señalando al mismo tiempo la necesidad de agilizar y facilitar los trámites de residencia y permiso de trabajo.
Marcela, por su parte, decidió regresar cuando se vio en riesgo de perder el trabajo como empleada del hogar en régimen de interna después de quedarse embarazada y “la angustia de no tener residencia legal” crecía sin atisbo de mejora.
Algo parecido le ocurrió a Sandra Milena y sus hijos, afincados en Andalucía lidiando con el miedo de verse en la calle, sin oportunidades laborales.
Marcela, Sandra y Dana ponen nombre a una realidad que afecta a miles de personas en España. Hoy, con mucha generosidad, comparten sus vivencias para que ningún proyecto migratorio se vea atrapado en un pozo de vulnerabilidad y exclusión. Hablan para que las sociedades de acogida defiendan siempre los derechos de las personas migrantes.