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Hoy, 21 de marzo, Día contra la discriminación racial y étnica, es necesario recordar que son muchas las personas que siguen sufriendo barreras en el acceso a derechos por su origen nacional, son señaladas por sus rasgos fenotípicos, o que siguen sucediéndose agresiones racistas.
El racismo, además de en lo cotidiano, también se manifiesta en lo institucional y en las barreras administrativas que sufren las personas migrantes para ejercer sus derechos.
La falta de citas para la solicitud de protección internacional, las barreras para el empadronamiento en distintos municipios, la falta de traductores en organismos y servicios públicos o las barreras en el acceso a becas educativas sin un número de NIE, son solo algunos de los ejemplos de este racismo que condiciona el día a día de las personas.
Desde el programa Alerta Racismo de Red Acoge, el año pasado acompañamos a 126 personas que habían sufrido discriminación racial y/o étnica en distintos ámbitos:
- Empleo: 23%
- Vivienda: 15%
- Salud: 12,7%
- Prestaciones públicas: 10,6%
- Comentarios racistas: 8%
- Educación: 6,3%
- Agresiones racistas / integridad: 5%
- Cuentas de pago: 4,7%
- Admisión: 3,1%
- Protección judicial: 4,1%
- Paradas por perfil racial: 2,3%
- Otros: 5,2% (estafas, homologaciones de permisos y títulos, quita de custodias, falta de traductores en interlocuciones, etc.)
En cuanto a las autorías de los actos de discriminación racial y étnica registrados, 66 de ellos fueron perpetuados por personas particulares (24 trabajadoras en empresas privadas y 12 representantes de organismos públicos como personal administrativo, sanitario o fuerzas y cuerpos de seguridad del estado). También se detectaron otros perfiles como arrendatarios de viviendas que excluyen a personas migrantes o a empleadores que contrataban a personas migrantes bajo precarias condiciones laborales.
Sabemos que estos números son la punta del iceberg ya que, según distintos estudios, tan solo el 15-20% de los casos de discriminación llegan a denunciarse. Esto pone de manifiesto la necesidad de crear mecanismos de denuncia segura para aquellas personas que por su situación administrativa tengan miedo de interponer una denuncia.
Es necesario garantizar los derechos de las víctimas de discriminación racial y étnica y trabajar por unas leyes que antepongan el delito frente a la situación administrativa de la persona, ya que si no ésta es doblemente vulnerada.
Y recuerda que, si has sufrido o sido testigo de situaciones similares a las que hoy señalamos y quieres que te asesoremos y acompañemos desde Red Acoge, ponte en contacto con nosotras a través de la APP Alerta Discriminación o los formularios.