Líderes mundiales, ¡su tiempo se acaba!
Diecisiete organizaciones exigen al Estado español que, con motivo de las reuniones que se celebran estos días en Nueva York, asuma sus obligaciones internacionales y se comprometa públicamente a solicitar en sus negociaciones con otros países la protección de los derechos de las personas refugiadas, desplazadas y migrantes.
Leer más... Líderes mundiales, ¡su tiempo se acaba!
Madrid.- Un total de diecisiete organizaciones se han congregado hoy frente al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación para exigir al Estado español que, como parte de la comunidad internacional, asuma y solicite en sus negociaciones con otros países el establecimiento de medidas urgentes e inmediatas para proteger y garantizar los derechos de las personas refugiadas, desplazadas y migrantes en la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.
La responsabilidad del Gobierno español
En la carta que las organizaciones han dirigido a las autoridades españolas, se les pide que, en sus negociaciones con otros Estados estos días en Nueva York, se comprometan públicamente a presentar como prioritarias las siguientes medidas:
- Políticas y mecanismos que garanticen la plena protección de las personas refugiadas, internamente desplazadas y migrantes frente a todo tipo de abuso, violencia y explotación. La protección debe cubrir necesidades básicas como educación, sanidad y vivienda, sin discriminación alguna y sin temor a ser objeto de detención, reclusión o expulsión. Además, se deben adoptar medidas específicas para proteger a las personas en situación de mayor vulnerabilidad.
- Adopción de forma inmediata de todas las medidas necesarias para garantizar vías legales y seguras para las personas refugiadas y migrantes. Salvar vidas debe ser una prioridad frente a las políticas de control migratorio. Además, es necesario garantizar y agilizar programas generosos de reasentamiento, admisión humanitaria y reagrupación familiar flexible, entre otros.
- Reparto equitativo de la responsabilidad de los Estados para apoyar y acoger a las personas refugiadas. Al menos el 10% de la población refugiada mundial debe ser reasentada en países seguros (actualmente el 86% de las personas refugiadas se encuentran acogidas en países en vías de desarrollo, como Líbano, Turquía, Pakistán, Jordania o Kenia).
- Los Estados deben abstenerse de firmar, o revocar en el caso de que ya estén firmados, acuerdos con terceros países no seguros. Los acuerdos deben contener cláusulas que garanticen el respeto y cumplimiento de los derechos humanos. Además, por otro lado, debe garantizarse el apoyo al desarrollo en los países de origen y la asistencia humanitaria desde un enfoque de coherencia de política para el desarrollo que impregne toda la acción exterior. En este sentido, es urgente que España destine un mínimo de 150 millones para ayuda humanitaria en el próximo presupuesto. Deben fomentarse los procesos de paz que acaben con los conflictos y aseguren una estabilidad duradera.
- Financiación plena y apoyo económico suficiente para garantizar la protección e integración de las personas migrantes, refugiadas y desplazadas en los países de acogida. Es fundamental desarrollar políticas de integración dotadas de la financiación suficiente que incluyan planes de sensibilización para luchar contra el creciente ascenso del racismo y la xenofobia contra estas personas.