18 diciembre, 2014

La sensibilización ante la diversidad de los cuidados sanitarios.

Pedro Emilio Ventura Puertos nos habla en esta entrevista del enfoque profesional de enfermería desde el punto de vista del respeto y la atención a la diversidad humana, cuya premisa básica es “Trascender el tópico de ‘cuidar como me gustaría que me cuidaran’, porque, tal vez, ‘el otro’ necesite de ‘otros’ cuidados”.    
 
Dialogamoscon Pedro Emilio Ventura Puertos, uno de los responsables académicos de la asignatura Transculturalidad, salud y género que se imparte en el segundo curso del Graduado de Enfermería (Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad de Córdoba). Pedro Emilio Ventura tiene a sus espaldas una larga experiencia como profesional sanitario en España y el Reino Unido, y como docente e investigador universitario, especializado en el enfoque psicosocial desde el punto de vista humanista de la atención en enfermería.

- ¿Qué es y qué pretendéis conseguir con la asignatura Transculturalidad, salud y género en el  contexto de los Estudios Universitarios de Enfermería?
El principal objetivo de esta asignatura obligatoria es la sensibilización ante la diversidad de los  cuidados, haciendo un repaso de los conceptos básicos de la materia, tales como el de interculturalidad frente a multiculturalidad, o el de integración frente al de aculturación/asimilación, intentando trascender el tópico de “cuidar como me gustaría que me cuidaran”, porque, tal vez, “el otro” necesite de “otros” cuidados.

- ¿Qué grado aceptación o comprensión muestra vuestro alumnado hacia la asignatura? ¿Crees que, en general, llegan a entender la necesidad de incorporar la dimensión cultural en el trabajo dentro del  sector sanitario?
Nuestro alumnado es, sin lugar a dudas, lo mejor de nuestra facultad y una de sus principales virtudes es precisamente su diversidad, diversidad en cuanto a género, edad, orientación ideológica, sexual, necesidades espirituales… Desde el primer día hemos pretendido que cada una de las 109 personas matriculadas en la asignatura se encuentren identificadas en algún aspecto de sus contenidos o con alguna de las muchas intervenciones de sus compañer@s, de tal manera que hayan terminado (ojalá) con la sensación de haber construido la “Trans” entre tod@s y que, en su incierto futuro laboral, será precisamente eso, la construcción común desde lo diverso, uno de los factores que más enriquezca sus cuidados.

- ¿Por qué es importante que los profesionales de enfermería estén sensibilizados y capacitados para gestionar la diversidad en relación con la dimensión cultural de sus usuarios?
La enfermería no es tanto la ciencia del fenómeno como de la experiencia del fenómeno. Su objeto de estudio no es tanto la salud o la enfermedad como la vivencia y percepción de las mismas por las personas, por las comunidades, por las organizaciones. Difícilmente podremos cuidarte si no somos conscientes de todo lo que te rodea: la enfermer@ de hoy estará interesada en conocer tu acceso a la educación y tu grado de destreza en el manejo de las nuevas tecnologías, tu rol y tu función dentro de tu ámbito familiar, tus sentimientos, tus expectativas, tus creencias en salud, si tu procedencia y tu situación económica te están condicionando como ciudadano a nivel administrativo, hasta el punto de que puedas o no acceder a unos servicios adecuados de salud. Sin ese conocimiento del contexto no es posible la personalización de tus cuidados, ni el equilibrio entre la universalidad y la especificidad de los mismos, ni que estés situado en el centro de nuestras organizaciones sanitarias como lo que eres, una persona, por encima de cualquier estereotipo.

- En el mismo sentido de la anterior pregunta, ¿qué importancia le atribuyes hoy en día a lograr generar una óptima interrelación dentro de equipos de profesionales sanitarios con rasgos de diversidad muy definitorios (culturales, generacionales, relacionadas con el género o la procedencia, etc.)?
¿Sabes? En este sentido, desde hace unos años existe evidencia científica de que una buena relación/coordinación/entendimiento entre el equipo médico y el de enfermería mejora las cifras de supervivencia de los pacientes. Esto es un claro llamamiento a que superemos el modelo vertical y multidisciplinar de nuestros equipos para alcanzar uno más horizontal y bidireccional, transdisciplinar en definitiva.

- Esto es lo que pretendéis lograr, pero ¿cuál es la realidad actual de la atención y el cuidado a la diversidad cultural en la sanidad de nuestro país? ¿Existen a este respecto diferencias entre la sanidad pública y la privada?
Existe mucho camino por recorrer. Nuestra neurología nos pone a la defensiva ante la diferencia y, en tiempos de incertidumbre, nos articulamos y nos parapetamos socialmente tras decretos restrictivos, como el que entró en vigor el 1 de septiembre de 2012, fecha en que nuestra sanidad pública dejó de ser universal. ¿Por qué tener que elegir entre cuidados y mercado, entre ser y tener? No creo que poner delante al beneficio económico sea una buena solución colectiva si de verdad aspiramos a lograr una sociedad del cuidado.

- Por último y en una sola frase, ¿cuál sería vuestro ideal de un servicio sanitario que tenga en cuenta la dimensión cultural y humana de usuarios y profesionales?
Es verdad lo que dicen “los mercados”, necesitamos un rescate, pero uno empático. Dejemos que nuestras unidades de recursos humanos dejen de contratar al homo sapiens sapiens, busquemos “al otro”, a “la otra”, al homo/la femina empaticus.