Cierer de 2025 del programa de retorno voluntario
El programa 'Retorno Voluntario a mi país de origen' de Red Acoge cierra su ejecución el año 2025 habiendo informado a nivel estatal a 295 personas y acompañado a 132 en el proceso de retorno a su país de origen.
Además, se ha proporcionado información sobre el proyecto a más de 50 profesionales que trabajan con población migrante y llevado a cabo dos formaciones específicas en materia de retorno voluntario asistido que contaron con la asistencia de 39 profesionales de entidades externas.
Todo ello ha sido posible gracias a la dedicación y esfuerzo del equipo que conforman las siete organizaciones federadas con las que ejecutamos el programa: Córdoba Acoge, Ecos do Sur, Elche Acoge, Guada Acoge, Karibu, Lucena Acoge y Murcia Acoge.
Se ha facilitado el retorno a 17 países diferentes, de los cuales el 95% son países latinoamericanos. En el primer lugar se sitúa Colombia, donde han regresado 38 personas y supone el 29% de los retornos realizados. Del resto de países destacamos Honduras con 18 retornos, seguido de Nicaragua (16), Perú (15) y Venezuela (14). Los países restantes tienen entre 1 y 6 retornos cada uno.
El 54% de las personas retornadas son mujeres, cifra que aumenta año tras año. Esta convocatoria destaca también por el elevado número de niños y niñas que han retornado (37% sobre el total), siendo las familias con menores de edad y un solo progenitor (normalmente progenitora) encabezando el retorno, el perfil más atendido en el programa.
El motivo que subyace a todas las solicitudes de retorno es la carencia de medios económicos suficientes para subsistir, precisando de la ayuda de instituciones o redes de apoyo para cubrir sus necesidades básicas y habitacionales.
Un importante desencadenante es la situación administrativa irregular en la que se encontraba el 90% de las personas que solicitaron retorno, que les impide el acceso a derechos en igualdad de condiciones.
Este proyecto visibiliza que muchas personas migradas se ven obligadas a regresar a sus países y paralizar por tanto su proceso migratorio en España debido a los múltiples obstáculos que encuentran en su proceso de inclusión. Un ejemplo es no poder esperar los dos años mínimo que exige la Ley de Extranjería para regularizarse: el 49% de personas retornadas no llevaban ni un año viviendo en España; el 26% entre uno y dos años. De aquellas que llevaban más de dos años de residencia en nuestro país: un 83% no habían podido regularizar su situación lo que evidencia que, aun superado el tiempo de estancia mínimo, es difícil cumplir con otros requisitos.
Además de la extrema situación de vulnerabilidad social y económica y la irregularidad administrativa, nos hemos encontrado con otras situaciones de vulnerabilidad añadidas que han precipitado el retorno como: avanzada edad; embarazo; mujer sola con niños/as o persona con discapacidad a cargo; sinhogarismo; indicios de ser víctima de trata y personas con enfermedad grave o deterioro cognitivo.
En definitiva, el retorno voluntario asistido supone para algunas personas la única alternativa para salir de la situación de riesgo y exclusión social y económica en la que están inmersas, por las propias limitaciones que impone el sistema, dándoles una oportunidad de retomar o reiniciar sus proyectos de vida en país de origen. Este proyecto ha sido financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y cofinanciado por la UE

