8 julio, 2015

La Movilidad Forzosa acentúa la importancia de la atención a la diversidad

Una de las principales motivaciones que han impulsado a los movimientos migratorios a lo largo de la geografía mundial y de la historia de la humanidad ha sido la búsqueda de un empleo digno que posibilite la realización plena de cada proyecto personal de vida. El hecho de que actualmente estemos viviendo (reviviendo) en España esta necesidad de realización personal a través de la búsqueda de trabajo más allá de nuestras fronteras vuelve a poner de manifiesto la importancia de la movilidad laboral forzosa.
 

Muchos especialistas opinan que, cada vez más, en los próximos años nos veremos obligados a emigrar para poder trabajar. El profesor Carlos Obeso Abalde, de la Universidad Ramón Llull (Barcelona), es uno de ellos y lo justifica por tres razones: la primera, porque va a resultar muy complicada la creación de empleo neto en nuestro país; la segunda, porque la oferta de trabajadores cada vez más cualificados procedentes de países emergentes (por ejemplo, India y China) y con gran predisposición para la movilidad serán nuestra competencia directa; y la tercera, que estas economías emergentes (que son los grandes consumidores) van a empezar a fabricar lo que importan.

Estos flujos de trabajadores merecen y/o merecemos ser respetados y valorados. Las empresas deberán plantearse muy seriamente la optimización de estas plantillas heterogéneas en beneficio de sus intereses. Será muy importante, por ejemplo, saber gestionar equipos multiculturales. En este sentido, según Thomas Friedman (periodista de The New York Times), el futuro es que la gestión empresarial acometa un modelo horizontal basado en lo que denomina las tres “C”: Comunicación, Colaboración y Conexión. 

Desde organismos e institucionales de carácter supranacional el tema de la atención a la diversidad va ganando progresiva relevancia. La UNESCO ha destacado la importancia que tiene la diversidad cultural como precursora de la creatividad y la innovación en la sociedad. A partir de aquí es lógico pensar que esta diversidad debe ser aprovechada como motor laboral; así lo están entendiendo cada vez más empresas en todo el mundo. Por ejemplo, la multinacional P&G (Procter and Gamble) afirma que “cuanto más diversos seamos, más posibilidades tendremos de entender las necesidades de los consumidores”.

La movilidad laboral forzosa ha dado relevancia a la gestión de la diversidad cultural en empresas internacionales y, por ende, se ha convertido en materia de formación y desarrollo en Universidades y Escuelas de Negocio. Gestionar la diversidad es una de las fuentes del desarrollo, no sólo económico, sino también intelectual, afectivo, moral y espiritual en las empresas. Por tanto, si queremos ser competitivos debemos abrirnos a otras culturas para entenderlas y dar respuesta a sus demandas. En palabras del profesor Carlos Obeso “la emigración va a ser una necesidad o incluso una oportunidad y no una vergüenza”.