21 diciembre, 2015

“Siempre me he sentido integrada en todas las empresas donde he trabajado”

Rosa Mª nos cuenta su experiencia profesional en el extranjero, sobre cómo se gestiona la diversidad en los entornos laborales que ha conocido.

Rosa Mª M. J. es Licenciada en Sociología. Por motivos personales al terminar su formación se fue a vivir a París. Allí ha formado parte de diferentes empresas, ocupando siempre puestos administrativos. Ha trabajado como asistente de dirección en el sector de la ingeniería,  asistente de logística en una empresa de venta y montaje de estanterías metálicas, y como asistente en recursos humanos en una compañía de telecomunicaciones y otra de limpieza para profesionales

¿Cómo son los equipos profesionales con los que te has encontrado?
En las diferentes empresas donde he trabajado los equipos de trabajo han sido siempre muy variados, no tanto por la filantropía de los empresarios si no más por una necesidad ligada a la propia actividad. Por ejemplo, hay empresas que requieren trabajadores que hablen diversos idiomas. Es el caso de la empresa de venta y montaje de estanterías, una empresa española con contacto continuo con la sede social en España, y con parte de la actividad de montaje subcontratada en Polonia. Esta empresa contrataba trabajadores bilingües español-francés o bilingües polaco-francés.
Por otro lado, la diversidad de los equipos de trabajo en la región de París también se debe al hecho de que se trata de una zona con mucha "mixticidad" social, donde la gente procede de países y culturas diferentes. Así, en las empresas donde he trabajado siempre ha habido gente, no solo de diferentes países, sino también de diferentes religiones, edades y extractos sociales. Por ejemplo en la empresa cuya actividad era la limpieza para profesionales, los operarios (de poca cualificación) eran de diferentes edades y sexo (hombres y mujeres indistintamente), y diversas culturas (a menudo extranjeros). En la dedicada a la ingeniería, también había "mixticidad" en cuanto a culturas, pero los técnicos eran, por el contrario, todos varones.

¿Se valora la diversidad de esos equipos de trabajo?, ¿se busca que estos de trabajo sean diversos?
Pienso que la diversidad en los equipos de trabajo es una riqueza y que puede aportar mucho a las empresas. Sin embargo, como ya he indicado antes, creo que las empresas buscan en primer lugar su interés económico y que la diversidad de sus equipos, bien es accidental, porque el propio mercado de trabajo ya se reviste de esa “mixticidad” o bien, si es intencionado, lo es en general por intereses puramente económicos.
Por ejemplo, en Francia es obligatorio un porcentaje mínimo de trabajadores discapacitados en cada empresa, de lo contrario, estas deben pagar una multa. Al menos las leyes francesas intentan crear una discriminación positiva en este sentido, pero la situación no es del todo idílica, ya que hay empresas que aun prefieren pagar la multa antes que contratar a trabajadores con discapacidad.
En Francia se ha intentado generalizar además el CV anónimo (donde no se indican ni el nombre, ni la edad, ni el sexo, etc. de la persona que postula a un puesto de trabajo), para evitar la discriminación ligada a los orígenes y otros tipos de discriminación, pero en la práctica, pocas empresas lo utilizan.

¿En las empresas que has trabajado, se realizan acciones que fomentan la integración de la plantilla?
Las empresas donde he trabajado no se caracterizan precisamente, a mi pesar, por las acciones que fomenten la integración de los trabajadores.
Este aspecto depende, en mi opinión, de la cultura de cada empresa, de la voluntad que tenga cada una de crear un ambiente agradable e integrador para sus equipos. Muchas empresas pierden de vista los resultados favorables que esto puede tener a la larga para la propia actividad, pero por desgracia muchas fomentan, bien al contrario, ambientes rígidos de trabajo.
En mi experiencia ha sido evidente, por ejemplo, en la empresa de venta y montaje de estanterías (curiosamente se trata de una empresa española), donde la presión constante de la dirección sobre los trabajadores no tenía nada de integrador…
Pero este aspecto no se puede generalizar a todas las empresas. Existen muchas en Francia cuyos convenios colectivos más favorables ya recogen acciones propias de integración, como por ejemplo en asuntos como las vacaciones (estableciendo claramente quién es preferente a la hora de elegir las fechas, si se pueden acumular para que las personas extranjeras puedan irse un largo periodo a su país de origen, etc.). También existen acciones para facilitar el alojamiento, con alquileres más baratos para los trabajadores, etc.
Otros aspectos de cohesión para sentirse parte de un equipo pueden ser las revistas de las empresas, que cuentan la actualidad de estas, muy frecuentes sobre todo en las grandes empresas aquí en Francia.
Por último, es muy importante también en este sentido la acción de los Comités de Empresa, que proponen excursiones, encuentros navideños, viajes y participan económicamente en las actividades culturales de los trabajadores.

¿Consideras necesarias mas acciones por parte de las empresas para mejorar la gestión de la diversidad?
Creo que siempre se podría hacer algo más para hacer de la diversidad de los equipos una riqueza para las empresas y para facilitar la integración de los trabajadores. Aun queda largo camino que recorrer.
Pienso que las leyes francesas, en lo que al contexto laboral se refiere, favorecen un poco más que las españolas la diversidad y también la conciliación de la vida profesional con la personal (por ejemplo el tiempo legal de trabajo semanal aquí es de 35 horas). Aunque la situación aún está lejos de ser idílica. Sigue habiendo todavía mucha desigualdad:
•    En cuanto a sexo: una gran brecha entre los salarios de hombres y mujeres y además estas asumen a menudo el cuidado de los hijos, dejando en segundo plano sus carreras profesionales.
•    En cuanto a orígenes: está demostrado que las personas con nombres árabes u otros tienen menos probabilidad de encontrar un empleo.
•    Edad: las personas que pierden su trabajo con 50 años o más lo tienen muy difícil para volver al mercado laboral.

En general, ¿te has sentido integrada en las empresas en las que has trabajado?
Si, puedo decir que siempre me he sentido integrada en todas las empresas donde he trabajado. Nunca me he han discriminado por ser española o por tener un acento diferente al hablar.
Creo que en eso ha influido el hecho de que vivimos en una zona donde, como ya he dicho antes, hay mucha diversidad de personas.
Aunque está claro que es más fácil integrarse cuando procedes de un país europeo que, por ejemplo, cuando vienes de otras culturas más alejadas. Existen menos prejuicios que con otros extranjeros.

Has mencionado que has trabajado en empresas francesas y españolas, ¿has encontrado diferencias en la gestión de los equipos entre ellas?
La diferencia más importante que he encontrado entre las empresas francesas y la española es, como ya he comentado antes, la mayor rigidez de la española en la gestión del personal, pero no sé si puede generalizarse.
En la empresa de venta y montaje de estanterías la actitud de la Dirección con los trabajadores siempre era autoritaria y sofocante, dejando poco espacio al dialogo. Se puede decir que la gestión de la diversidad no era la primera de sus preocupaciones, es decir que solo aplicaba lo estrictamente obligatorio por la ley (por ejemplo la cuota mínima de empleados con discapacidad, etc.). En definitiva, no se puede decir que esta empresa fuera un ejemplo de integració.