3 noviembre, 2016

Visibilizar lo invisible. La fuerza del talento intangible.

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Cuando en el lenguaje empresarial hablamos de activo intangible lo definimos como aquél que tiene una naturaleza inmaterial y capacidad para generar beneficios económicos futuros que pueden ser controlados por la empresa.
 
Uno de los mayores activos intangibles reside en los recursos humanos de la empresa, en su diversidad. Algunas de estas variables intangibles que se encuentran en cada uno de los miembros de la plantilla de una empresa tienen que ver con la motivación, la satisfacción, el conocimiento sobre determinados aspectos, sus vivencias, su capacidad para innovar o trabajar en equipo o su estilo de aprendizaje, por nombrar algunas.
 
Las empresas tradicionalmente han puesto el peso en  la gestión de factores generadores de diversidad más visibles como el género por ejemplo, aunque la verdadera heterogeneidad de un equipo de trabajo está definida, como ya hemos señalado, principalmente por características no perceptibles a simple vista, estas características albergan la mayor potencialidad de un equipo en el que como en un buen guiso, habrá que mezclar adecuadamente sus ingredientes para obtener el mejor sabor.

Las nuevas corrientes de recursos humanos invitan a dirigirnos hacia la gestión por competencias, hacia la creación de equipos diversos en variables intangibles, equipos con distintos “perfiles personales” que aporten diferentes maneras de enfrentarse a los retos, diferentes estilos de comportamiento, distintas vivencias y que enriquezcan ese guiso empresarial.

Ya el Dr. Scott E: Page afirmaba que para resolver un problema que requiera creatividad habrá más posibilidades de éxito si el grupo está formado por personas con capacidades diversas que en uno más heterogéneo. Page explica su teoría de la siguiente manera: “cada persona es como una caja de herramientas. Supongamos que en el mundo hay 50 herramientas. Cada experto probablemente domine entre 20 y 25 de estas herramientas. Sin embargo, actualmente con la globalización muy posiblemente cada uno de los expertos maneje herramientas similares. Así dentro de un grupo de expertos habrá entre 30 y 35 herramientas disponibles. Para acceder a las demás herramientas, habrá que buscarlas en otros entornos”; de este modo la diversidad cultural se revela como una gran fuente para completar el resto de esa “caja de herramientas”. Contextos culturalmente diversos ofrecerán “matemáticamente” más posibilidad de éxito e innovación, al ofrecer distintas perspectivas ante el afrontamiento de retos.

Por otro lado el talento humano va creciendo dentro de  la organización a través del tiempo y este se transforma en un “valor intangible” para la misma, si la empresa sabe aprovecharlo este talento se evidenciará en la calidad de sus productos. Así pues una empresa que no invierte en su capital humano no puede esperar calidad e innovación en sus productos
Muchas empresas son conscientes del valor de lo intangible y así por ejemplo Luisa Izquierdo Directora de Microsoft España señala “Queremos contar con el mejor talento y este debe ser diverso, con el fin de entender y representar la di­versidad de la sociedad y de los clientes. Creemos en una promoción desde la igualdad independientemente de razas o géneros” Los empleados son nuestro activo más importante. En Microsoft no seleccionamos a un empleado solo para cubrir un puesto vacante, sino con vistas a que la persona permanezca en la organización el mayor tiempo posible. Microsoft es un lugar para la exploración, la creatividad, la innovación y el crecimiento profesional. Tratamos de que nuestros profesionales estén inspirados y motivados para lograr cosas extraordinarias que dejen un impacto duradero en la sociedad.”